Contribución:
María Verónica Bustos
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)
E.E.A. Manfredi
03 de julio 2019
¿Qué tipos de datos proveen las cartas de suelo? ¿Siguen siendo útiles ante las nuevas modalidades de trabajo y herramientas disponibles para el agro? ¿Pueden accederse desde las IDE, como IDECOR?
Las propiedades de los suelos varían de lugar en lugar y estas variaciones no ocurren al azar. Las mismas son resultado de factores climáticos y biológicos actuando durante un considerable periodo de tiempo sobre los materiales originales, junto con el relieve ejerciendo una influencia modificadora. Es decir, que las propiedades de los suelos se repiten donde se dan las mismas condiciones ambientales.
Esta regularidad posibilita predecir la ubicación de diferentes tipos de suelos, la localización de los límites, así como algunas propiedades de los mismos, haciendo posibles relevamientos con fundamento científico.
Las cartas de suelo son publicaciones compuestas por mapas que muestran la distribución de los tipos de suelos de una región y un texto o memoria donde se describen sus cualidades y limitaciones de uso. Sus alcances están condicionados no solo por la calidad de los datos y procedimientos utilizados en su elaboración, sino por la escala de representación final, lo que refiere a su nivel de generalización. Así, por ejemplo, las cartas a escala 1:50.000 en la Región Pampeana ofrecen un grado de detalle y precisión que permite realizar diagnósticos a nivel de predial, no solo porque los suelos son definidos con mayor refinamiento y los limites mostrados con mayor precisión sino porque es más bajo el grado de impurezas aceptados en la composición de las unidades cartográficas. Por otro lado, la cartografía de la provincia a escala 1:500.000 presenta una visión más sinóptica y general del patrón de distribución de los suelos, transcendiendo el nivel predial y apuntando más al comarcal, departamental o de pedanía.
Mediante el uso de las cartas es posible:
- Determinar la capacidad de uso de los suelos y estimar su productividad bajo determinados niveles de manejo.
- Planificar el uso del suelo a distintos niveles (regional, sub regional y predial) identificando tipos de prácticas de manejo y conservación adecuados a los distintos tipos de tierras.
- Dar bases técnicas para la definición de políticas y prioridades para la investigación, experimentación y extrapolación de resultados.
- Establecer criterios técnicos para la para la definición de políticas agropecuarias, impositivas, de ordenamiento territorial y administración del crédito.
- Definir las áreas de recuperación económica afectadas por erosión, salinidad, alcalinidad, drenaje deficiente, etc.
El proceso de relevamiento de suelos y las cartas o mapas que generan comprenden tareas de campo, gabinete y laboratorio, que incluyen:
- Interpretación de datos e información remota como fotografías aéreas e imágenes satelitales.
- Relevamiento de campo y Estudio de perfiles.
- Muestreo sistemático.
- Análisis físico-químicos en laboratorio.
- Compilación de mapas; generación de informes y memorias.
- Clasificación de las tierras por su aptitud de uso y/o niveles de productividad.
El esquema utilizado para clasificar taxonómicamente los suelos es el sistema americano Soil Taxonomy del USDA, que presenta un modelo de relaciones genéticas entre los suelos, estructurado en un esquema jerárquico de 6 categorías. Las categorías superiores poseen pocas divisiones definidas en términos generales y amplios por medio de unas pocas características diferenciadoras. En las categorías inferiores (Series de Suelos) hay rangos de propiedades estrechas que se definen con bastante especificidad para un gran número de caracteres diferenciadores. La clasificación de tierras por aptitud está basada en adaptaciones de sistemas internacionales (USDA, FAO) o de desarrollo nacional.
La elaboración de las cartas de suelos en la provincia de Córdoba se viene realizando desde hace medio siglo (desde 1968) como resultado de verdaderas políticas de estado, instrumentadas a través de convenios de cooperación técnica entre organismos nacionales (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria – INTA) y provinciales (Secretaría de Agricultura, Secretaría de Ambiente). En este marco de acuerdos virtuosos se han generado productos en diferentes niveles de generalización, resultado de los cuales la provincia cuenta hoy con mapas de suelos que cubren la totalidad de su territorio a escala 1:500.000; la mayor parte de sus planicies pampeanas y peripampeanas escala 1:50.000, con algunas regiones que, por razones de oportunidad poseen coberturas a escala 1:100.000 (Cuenca Lechera Norte) o 1:250.000 (Río Cuarto).
¿Cómo acceder a las Cartas de Suelos?
En el Catálogo de Publicaciones de Cartas de Suelo de la Provincia de Córdoba puede obtenerse la información necesaria para adquirir o acceder a las cartas publicadas, como también información técnica de las mismas. Asimismo, pueden consultarse en las Bibliotecas Especializadas de las Estaciones Experimentales de INTA, Facultades de Ciencias Agropecuarias, Secretaría de Ambiente de la Provincia de Córdoba, entre otras entidades.
En formato digital pueden consultarse en el nuevo sitio Cartas de Suelos de Córdoba del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia y en GeoINTA, la Infraestructura de Datos Espaciales de INTA.
Próximamente, y en un esfuerzo conjunto entre INTA, la Secretaría de Agricultura de la Provincia e IDECOR los datos se publicarán en MapasCordoba, en un mapa continuo que integrará todas las escalas, posibilitando su consulta dinámica y acceso -vía geoservicios IDE- desde un software SIG o aplicación web.