Ing.
Aldo Algorry
Profesor e investigador de la Universidad Nacional de Córdoba
Responsable de Tecnología y Base de Datos
IDECOR
24 de julio 2019
Recientemente IDECOR mudó sus aplicaciones y datos a una infraestructura en la nube provista por uno de los mayores operadores de este tipo de servicios. ¿Cuáles son los conceptos básicos y sus ventajas principales?
La nube
Es común escuchar que hoy la infraestructura computacional de muchas aplicaciones como Google, Facebook y otras se encuentran en la “nube”, pero no todos sabemos exactamente de qué se trata.
Lo que comúnmente se denomina “nube” son servicios que prestan compañías dedicadas a proveer infraestructura para alojar y publicar servicios, datos y aplicaciones. Algunas compañías internacionales son Amazon, Microsoft, etc. Estas empresas poseen grandes facilidades, con muchos servidores y altísimas capacidades de almacenamiento de información y conectividad, además de estar geográficamente distribuidos en diversas instalaciones alrededor del mundo.
Un antecesor de la “nube” es el hosting, que es un servicio donde se “alquila” uno o varios servidores “físicos” (computadora y licencias de software de base) alojados en un data center; dicha infraestructura se administra remotamente según nuestras necesidades, sin tener que comprar un equipamiento propio y pudiendo optar por servicios adicionales como backup, mantenimiento de versiones de software, etc. En este servicio las capacidades (procesamiento, memoria, almacenamiento) son fijas ya que dependen de las capacidades del equipo alquilado.
La “nube” es una evolución de este concepto. La contratación del servicio conlleva definir la capacidad de procesamiento, la memoria, el almacenamiento, las licencias de software y la conectividad de los servidores y su costo es por el nivel de uso, sin ser servidores “físicos” con prestaciones fijas, sino servidores “virtuales” que se pueden reconfigurar en cualquier momento según necesidades (procesamiento, memoria, etc.) con sólo cambiar un dato en la pantalla de administración que gestiona el mimo usuario.
El “truco” para lograr este esquema altamente flexible y que maximiza la calidad de la prestación que requerimos, es una infraestructura donde muchos servidores “físicos” interconectados son administrados por un software (“orquestador”) que permite que se “vean” como un conjunto único de recursos (procesadores, memoria, etc.), que pueden ser “divididos” en servidores “virtuales” totalmente flexibles, además de estar distribuidos geográficamente. Estos servidores comparten los recursos con otros clientes de la nube y el orquestador se encarga de optimizarlos.
Estos servicios proveen de consolas de administración que permiten activar o desactivar lo que llaman “instancias” de servidores, aumentando o disminuyendo los recursos disponibles en tiempo real o contratando servicios adicionales. El costo del servicio es en función tiempo de uso o consumos. Inclusive permiten configurar reglas automáticas donde las capacidades se ajustan según la demanda en tiempo real, sin necesidad de la participación de un operador.
Principales ventajas
- Flexibilidad: permite ajustar, manual o automáticamente, la infraestructura según la demanda, lo que posibilita aumentar recursos (instancias, procesamiento, memoria, almacenamiento, conectividad) según las necesidades de cada momento, permitiendo absorber picos de consumo con mayor capacidad de repuesta y “down-sizing” (“achicamiento”) cuando la demanda decae. Esto redunda en menor costo del servicio que se ajusta a lo estrictamente necesario.
- Actualización: la infraestructura se mantiene actualizada permanentemente según el avance de la tecnología, sin costos de adquisición e instalación de nuevos equipos o licencias. Evita la obsolescencia de hardware y software.
- Disponibilidad de servicios adicionales: simplifica la puesta en marcha de servicios adicionales como proxies, ssh, firewalls, backups etc. Disminuye la carga de trabajo del equipo de infraestructura.
- Experimentar diferentes arquitecturas: para aplicaciones complejas (como el caso de los geoservicios), permite la sintonía fina y la prueba de diferentes configuraciones para escalar ya sea horizontal (agregando instancias) o verticalmente (agregando potencia), y de almacenamiento (raids, SSD, concentrado, distribuido, etc.). Se pueden contratar temporalmente instancias donde se prueban diferentes configuraciones que se someten a tests de carga y de performance, para buscar la mejor arquitectura y configuración de software, sin afectar a producción; una vez definido se dejan de usar (y pagar).
- Menor tarea de mantenimiento: muchas de las tareas de mantenimiento quedan a cargo de la “nube”.
- Disponibilidad: al contar con una gran infraestructura con alta redundancia, que garantiza una mayor disponibilidad ante posibles fallos; estos niveles de servicio se establecen por contrato con penalidades por incumplimiento.
La nube de IDECOR
La IDE de la provincia de Córdoba cuenta con varias instancias de servidores contratadas:
- 1 (una) destinada a capacitación.
- 5 (cinco) dedicadas a producción según sus funciones: una como servidora de base de datos, dos servidores de geoservicios que trabajan en “cluster”, un servidor de aplicaciones web para “MapasCordoba” y otro para la aplicación del Observatorio del Mercado Inmobiliario (OMI).
- 1 (una) instancia para desarrollo y pruebas.
Permanentemente se monitorean y ajustan las instancias, según necesidades y mejoras que se detectan o surgen conforme nuevos requerimientos.
En un próximo artículo se presentará y explicará en detalle la arquitectura del nodo en la nube de IDECOR.