El 6 de octubre fue puesto en órbita el Satélite Argentino de Observación con Microondas SAOCOM, marcando un hito tecnológico en Argentina y también en América Latina y el Caribe. Requirió más de 10 años de trabajo y una inversión superior a los USD 300 millones, parcialmente financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El SAOCOM 1a, junto al satélite SAOCOM 1b que se lanzará a fines de 2019, será parte de una constelación de satélites única en el mundo, que incluirá 4 satélites de la Agencia Espacial Italiana. Este sistema denominado SIASGE (Sistema Ítalo-Argentino de Satélites para Gestión de Emergencias) permitirá observar la Tierra prácticamente en tiempo real, generando datos útiles para mejorar los procesos de toma de decisiones productivas y la gestión de emergencias. Las imágenes estarán disponibles, en un plazo aproximado de 9 meses, una vez calibrado el satélite.
Los satélites SAOCOM cuentan con un único instrumento para recoger información: una antena o Radar de Apertura Sintética (SAR). La antena fue diseñada para detectar humedad del suelo y proveer información en cualquier condición meteorológica u hora del día, porque su frecuencia de microondas atraviesa las nubes. Este aspecto es sumamente importante, ya que el área de donde se espera obtener información corresponde a las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, parte de La Pampa y Buenos Aires, área con presencia de nubes el 60% del tiempo.
El diseño y construcción de los satélites SAOCOM es resultado de un esfuerzo de colaboración internacional en el cual participaron técnicos y expertos de instituciones especializadas y empresas de al menos 7 países. La empresa argentina INVAP fue responsable de la plataforma de servicios, de la electrónica central del radar y de la integración y testeo de los satélites. La Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA) hizo el desarrollo y construcción de los paneles fotovoltáicos que alimentan el satélite, y desarrolló y construyó la antena del radar. Las agencias espaciales de Italia, Europa, Canadá y la NASA también hicieron aportes relevantes, al igual que una docena de Pymes tecnológicas argentinas.
Un aspecto novedoso del proyecto fue que, en paralelo al diseño y construcción de los satélites, se desarrollaron aplicaciones dedicadas a la agricultura e hidrología. Estas toman como insumo los datos de los mapas de humedad de suelo que generarán los satélites SAOCOM y generan diversos productos de información para mejorar los procesos productivos agrícolas y la gestión de desastres naturales.
Técnicos de la CONAE e INTA desarrollaron varias aplicaciones para dar soporte a las decisiones de siembra, fertilización y fumigación para cultivos como soja, trigo, maíz y girasol. Otro equipo de la CONAE y el Instituto Nacional de Agua desarrollaron una aplicación para el manejo de emergencias hidrológicas. Para lo cual se implementó una importante red operativa de estaciones de medición en el terreno, con más de 100 sensores distribuidos entre las cinco provincias de la Región Pampeana, que continuamente miden humedad de suelo, temperatura, salinidad y permitividad, enviando esa información a la Estación de Recepción y Procesamiento de Datos de Falda del Carmen (Córdoba) vía celular.
Los beneficios asociados a las mejoras esperadas en la productividad agrícola superan varias veces los costos de construcción y operación de los satélites. Pero los beneficios del SAOCOM irán más allá del territorio argentino. Varios países de la región, incluyendo Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, México, Ecuador y Argentina, con el apoyo del BID, están realizando un proyecto colaborativo para desarrollar nuevas aplicaciones que usaran datos del SAOCOM para abordar desafíos de la agricultura, el manejo de espejos de agua, la prevención de incendios y el control de epidemias.
Puede conocer más en:
http://www.invap.com.ar/es/proyectos-espaciales/satelites-saocom.html
http://www.conae.gov.ar/index.php/espanol/misiones-satelitales/saocom/objetivos
