25 de septiembre 2019
La definición de qué software utilizar en el desarrollo de nuestro SIG es un tema central, y con diferentes opiniones y experiencias según el caso.
En IDECOR utilizamos software libre con óptimos resultados, entre los que destacan QGIS, PostGIS, R, GeoServer, GeoNode, SAGA y GRASS. Futuros artículos presentarán estudios y casos reales de alcance provincial llevados adelante en IDECOR con herramientas FOSS (programas libres y de código abierto), con el fin de que usuarios y demás iniciativas IDE pueda conocer, a partir de información objetiva y estadísticas, más y mejor sobre sus potencialidades y limitaciones.
En el siguiente artículo, Tim Sutton (presidente del proyecto QGIS y director de Kartoza Pty Ltd.) explica cómo y por qué FOSS-GIS se abre paso en un entorno empresarial.
¿FOSSGIS está listo para el entorno empresarial o es mejor el software propietario?
Comencemos con la hipótesis de que, como profesional de SIG, desea «equiparse» con el conjunto óptimo de software y hardware necesarios para llevar a cabo sus tareas. Tener buenos instrumentos para medir cuál es el «mejor» software es, por lo tanto, crítico. En mi opinión, hay dos consideraciones principales en juego cuando se escoge el software óptimo.
El primero es el costo. Esto abarca tanto el «precio de etiqueta» de un producto dado como los costos correspondientes de usar e implementar un producto en un entorno de producción. El hardware, la capacitación, los gastos generales en el despliegue / aprovisionamiento dentro de la empresa, la eficiencia del conjunto de herramientas (en relación con las horas de trabajo necesarias) para llevar a cabo las tareas y mucho más, todo esto contribuye a los costos de su despliegue.
La segunda consideración para medir cuánto mejor es un FOSSGIS es su funcionalidad. Esto se relaciona con las herramientas que proporciona un paquete de software o conjunto de paquetes de software en particular. Desde la perspectiva de un profesional de SIG, el conjunto de herramientas debe cubrir aspectos de su flujo de trabajo. Esto incluye requisitos funcionales tales como: almacenamiento de datos espaciales, herramientas de edición y creación de datos, capacidades de cartografía y visualización, producción de impresiones y la capacidad de publicar en dispositivos móviles y en la web.
En general, el costo y la funcionalidad, que discutiremos con más detalle a continuación, son restricciones organizativas al seleccionar un conjunto de herramientas. A menudo, estas restricciones operan en conjunto para impulsar la elección del paquete de software utilizado en la producción y tienden a ser las líneas divisorias en el debate sobre qué solución (propietaria o FOSSGIS) es mejor para una organización.
Generalmente, los proveedores de softwares propietarios minimizan los costos de sus ofertas, mientras se centran en la rica funcionalidad, incluidas las funciones auxiliares como la provisión de soporte y versiones de mantenimiento, entre otras. En contraste, FOSSGIS enfatiza a menudo, como se muestra en la Figura 1, sus ventajas de ahorro de costos sobre las de los proveedores empresariales propietarios.
También existen los extremos opuestos:
- Software propietario que es barato o incluso gratuito vs software de código abierto que es costoso
- Software propietario que tiene un conjunto limitado de funciones vs software de código abierto que tiene un conjunto de características extremadamente amplio.
Lamentablemente, el discurso en torno a FOSSGIS para empresas se caracteriza a menudo por ambas partes con un sentimiento de miedo, incertidumbre y duda. Como resultado, es fácil para el profesional de SIG enredarse en una especie de «fanatismo» o apego que limita a los «seguidores» a explorar alternativas.
Los defensores del código abierto a menudo promoverán el uso de FOSSGIS y tratarán de disuadir a otros de usar alternativas patentadas. A pesar de las buenas intenciones, este «fanatismo» es un enfoque poco saludable que simplemente sirve para polarizar a las comunidades de SIG en un momento en que se comienza a satisfacer las demandas de usuarios nuevos y existentes. Más bien, es mejor formular una respuesta basada en los méritos de una situación en lugar de utilizar una respuesta predefinida.
En este sentido, es hora de proponer un enfoque más pragmático a la consideración de FOSSGIS para cumplir con los requerimientos de una empresa. Este nuevo enfoque, que se basa en la aptitud para el propósito, analiza los problemas y las soluciones de manera integral, y no predetermina una solución basada en la preferencia organizacional hacia un software en particular. Por lo tanto, decidir si una oferta de FOSS es «mejor» se convierte en un proceso de revisión de necesidades y presupuesto más analítico, evaluando las ofertas de productos de SIG de la competencia en función de la suma de valor que cada uno aporta a su organización. Aunque esto puede parecer un enfoque completamente lógico, a menudo se toman decisiones importantes que lo desafían.
Costo de FOSSGIS
La opción «free» en software libre y de código abierto no se refiere al costo financiero. Más bien se refiere a la «libertad» (FREEDOM en inglés), en particular, la libertad de adquirir, aprovisionar, modificar y redistribuir el software tanto en forma de código fuente como binario.
Los defensores de FOSS a menudo ven esta «libertad» como un factor fundamental en la selección de un conjunto de herramientas de software. Más bien, “FREE” debería considerarse como una parte de las funcionalidades de un software ya que no sólo brinda oportunidades para extender las capacidades en función de las necesidades propias, sino que, además, gestiona la distribución de ese nuevo desarrollo. Esto contrasta con el enfoque de los proveedores propietarios que promueven la superioridad de su producto (es decir, recurriendo a sus redes de soporte, sus propias herramientas y sus amplias bases de conocimiento, etc.)
Considere un escenario en el que, tanto un software propietario como un FOSS, cumplen los requisitos de implementación de un SIG para una organización y la diferencia que determina la elección final se reduce solo al costo. En este caso, no sería realista describir la oferta de FOSS como gratuita, ya que uno tendrá que considerar el costo total de implementar software en una organización. Si consideramos la siguiente matriz que compara ambos modelos (incluidos factores como capacitación, licencias, hardware, instalación / aprovisionamiento, soporte y personalización), veremos que, en general, solo hay un área donde FOSSGIS ofrece una ventaja de costo cero: el licenciamiento.
Entre otras consideraciones, también debe tenerse en cuenta que la mayoría de las licencias de código abierto no impiden la venta del software. Por el contrario, la licencia exige que el código fuente del software se proporcione junto con el software binario (o de una forma de fácil acceso); por ejemplo, QGIS está disponible como descarga oficial de forma gratuita desde su sitio web oficial. También está disponible a través de proveedores de soporte comercial en la comunidad QGIS que ponen a disposición de sus clientes de pago sus propios desarrollos (no oficiales desde la perspectiva del proyecto QGIS).
Los proveedores propietarios tienen la ventaja de ofrecer precios, ya que generalmente pueden ofrecer una «ventanilla única» para todos los servicios básicos relacionados con su producto. En el mundo FOSS, por otro lado, los clientes pueden necesitar acercarse a distintos proveedores para el desarrollo de diferentes aspectos de los servicios requeridos o buscar un proveedor que ofrezca la solución «todo en uno», algo difícil de alcanzar. Sin embargo, esto también puede verse como una ventaja, especialmente porque uno puede «ir al mercado» para encontrar una compañía de soporte con un precio óptimo. De modo que para comparar una oferta de un proveedor propietario con una de FOSSGIS se necesitaría una revisión de la propuesta de cada proveedor para identificar cuáles serán los costos esperados.
Funcionalidad de FOSSGIS
Hacer una lista de las funcionalidades requeridas proporcionará un punto de entrada mucho mejor para una comparación entre dos ofertas de soluciones de software. En mi propio negocio, con frecuencia encuentro organizaciones que han tomado el conjunto de prestaciones de un proveedor propietario y luego solicitaron proyectos de código abierto para replicarlos. Este es el enfoque equivocado puesto que, sería mejor realizar una lista de las principales prestaciones buscadas y luego analizar su disponibilidad en proyectos de código abierto.
Hay otro aspecto clave, pero a menudo pasado por alto, que debe ser considerado al realizar comparaciones. En el mundo de código abierto, generalmente es trivial introducir funcionalidades que faltan en el producto. Por ejemplo, si nueve de cada diez de sus funciones críticas están disponibles y falta la última, suele ser más rentable y eficiente pagarle a un desarrollador para que implemente una solución personalizada.
También es importante revisar el ecosistema de herramientas que rodean un proyecto. En QGIS, por ejemplo, hay una gran cantidad de complementos que amplían sus funcionalidades. Éstos abordan prestaciones específicas del mercado que, en general, no se encontrarían en el desarrollo principal del software. Los proveedores propietarios a menudo superan a los proyectos de software libre en términos de aplicaciones específicas que ofrecen. Los tomadores de decisiones deben, por lo tanto, investigar primero la disponibilidad de las prestaciones que cubran requisitos específicos de la industria. En general, estas aplicaciones (por ejemplo, específicas para el sector minero, militar, etc.) tienden a ser mejor provistas por proveedores propietarios. Esta es una señal de que proyectos como QGIS dependen de una comunidad interesada que cuenta con el conocimiento técnico apropiado para construir el software. Por lo tanto, cuanto más genérica sea la funcionalidad, más probabilidades habrá de que los voluntarios se vean atraídos a contribuir.
Sin embargo, al menos en relación al proyecto QGIS, parece haber una tendencia hacia la formación y financiación de grupos de interés que se centran en desarrollar una funcionalidad específica (por ejemplo, para la gestión de aguas residuales, gestión catastral, etc.).
Además de incluir las características de la aplicación en una matriz de requisitos funcionales, los responsables de la toma de decisiones también deben considerar factores como la facilidad de implementación, la capacidad de trabajar sin administradores de licencias y otras tecnologías complejas. Por otro lado, se debe considerar la posibilidad de ir al mercado con la capacidad para contratar a un desarrollador de su elección que apoye el desarrollo de funciones y la disponibilidad de recursos para capacitación, documentación del desarrollador, procedimientos, etc.
El soporte para el desarrollo de funciones es una de las grandes ventajas de trabajar con proyectos de código abierto, ya que los usuarios pueden «actualizar» nuevas funciones y corregir errores directamente. Aunque muchos consumidores eluden esta idea inicialmente, la capacidad de implementar software que sea maleable para las necesidades de una organización y las ganancias de productividad es una de las áreas funcionales clave que deberían incluirse en una matriz de decisión SIG empresarial.
QGIS, por ejemplo, recibe regularmente contribuciones de desarrolladores que han sido financiados por una organización para implementar una prestación específica necesaria para apoyar el trabajo de esa organización. Afortunadamente, en la mayoría de los casos, los períodos de tiempo entre la financiación inicial del desarrollo, el período de prueba y la puesta a disposición para su uso, generalmente son muy cortos. Las correcciones de errores y los cambios triviales se pueden obtener dentro del mismo desarrollo en cuestión de horas o días y se pueden poner a disposición del usuario al día siguiente si se utilizan compilaciones nocturnas. Incluso en los casos más conservadores, en los que se confía en las versiones compatibles de QGIS a largo plazo, las reparaciones de errores pueden ponerse a disposición de los instaladores oficiales de QGIS en el lapso de un mes.
Un enfoque de selección maduro y pragmático en la actualidad
Resumiendo, para la selección de un conjunto de herramientas SIG para una empresa se requiere un enfoque más pragmático y maduro. La retórica de línea dura y el patrón de ventas, algo que fue generalizado en los primeros años del debate «código abierto versus software propietario», debe dejarse de lado. En cambio, se requiere que los responsables de la toma de decisiones aborden el proceso de selección de una manera amplia y de mente abierta, analizando las opciones tecnológicas desde el punto de vista del costo y la funcionalidad en un nivel mucho más profundo.
Este artículo fue publicado en GIS Professional, febrero de 2018.